Disrupción y cambio son constantes en nuestro acontecer. Y no me refiero solo a aquellos cambios fortuitos como pandemias y guerras, sino aquellos estratégicamente planificados para dar -a través del pensamiento critico y la creatividad- respuestas diferentes que nos mantengan competitivos.

En tu rol de líder, puedes estar seguro de que enfrentarás cambios y la necesidad de innovar con frecuencia. Estas dos palabras comunes, cambio e innovación, te desafiarán y te pondrán a prueba; incluso pueden determinar el éxito de tu gestión.

Un liderazgo positivo además de establecer y modelar la cultura, los valores y los objetivos de la organización, requiere habilidades para liderar a las personas y a los equipos a través de la disrupción de las transformaciones.

El cambio es difícil, muy difícil, y el papel clave de un líder en la gestión del cambio es ayudar a las personas a lidiar con él, para que sea más fácil.

Un gran liderazgo requiere una comunicación eficaz. Con el cambio, siempre hay incertidumbre, así que lo que la gente necesita es una comunicación constante: qué está pasando, por qué está pasando y para qué está pasando”.

También requiere empoderar e inspirar a los colaboradores para que compren y se unan a la iniciativa. Para lograr esto los líderes efectivos necesitan desarrollar Inteligencia Relacional y convertirse en Especialistas en Personas, capaces de entender lo que mueve, preocupa y detona a cada quién ante los cambios, empezando por si mismos. Porque cambiar significa navegar por territorios desconocidos y salir de la zona de confort puede resultar incómodo.

Descubrir qué nos detona

Ante la resistencia al cambio hay que indagar qué exactamente es lo que nos preocupa e incomoda del asunto. Puede ser el no tener claridad exacta de lo que hay que hacer, o no tener garantía comprobada que el cambio traerá beneficios concretos, o la posibilidad de que el equipo se desmorone y alguien pierda el puesto, o que no entiendas o no estés de acuerdo con la estrategia global, o que los lineamientos ya vienen dados y no puedas dar tu opinión y aportar etc.

Por eso a la hora de abordar cualquier cambio, es esencial que las personas se entiendan a sí mismas primero. Es importante que cada quien reconozca cómo tiende a reaccionar y responder al enfrentarse a un cambio, qué es lo que realmente te detona, porque aunque no lo creas no todos reaccionamos igual.

Al reconocer nuestros detonadores podemos tomar medidas para reducir el estrés y también identificar potencialidades que puedan ayudar a navegar el cambio.

El autoconocimiento es clave porque permite reconocer la contribución que cada persona puede aportar al proceso y, al mismo tiempo, asegurarse de que también esté menos incómoda con la experiencia.

Gestionarse frente a la ambigüedad

¿Cómo te manejas frente a la AMBIGÜEDAD?

Al igual que muchas de tus reacciones y comportamientos esto tiene mucho que ver con tu TIPO.

➜ Las personas con preferencia por un estilo de vida de Juicio la pasan peor : por su necesidad de control y estructura se sienten muy incómodas ante variables indefinidas y no poder cerrar un asunto.

➜ Las personas que prefieren un estilo de vida Perceptivo les gusta la apertura, tienden a ser más espontáneos y flexibles, se enfocan al proceso y por el contario se sienten más bien arrinconados cuando se les obliga a decidir algo rápidamente a menos que se puedan retractar después. Le gustan las opciones, las alternativas y la posibilidad de explorar. Por eso tienden a sentirse mucho más cómodos frente a la ambigüedad.

Y tú ¿qué prefieres? ¿Te das cuenta cómo esto tiene un impacto notable frente al manejo del cambio y la disrupción?.

Esta es solo una de las variables que influye en nuestra manera de reaccionar y manejar la incertidumbre que traen los cambios. Al identificar tu TIPO puedes construir estrategias y acciones concretas para mitigar el impacto de tus preferencias natas y llegar así a ser tu mejor versión.

Manejar la diversidad

Muchas veces la innovación es resultado de ideas encontradas. Por eso se dice que la diversidad es cuna fértil para la innovación.

Sin embargo el manejo de la diversidad es un reto. Como humanos, nos apresuramos a identificar las diferencias con otros y a señalarlas. Y es que desde tiempos primitivos para sobrevivir en un mundo de animales que pueden matarnos con sus dientes o garras, cualquier cosa remotamente distinta a nosotros es vista como una amenaza potencial que hay que tratar con cuidado – ¡así que no debería sorprendernos que tengamos tantos prejuicios en torno a las diferencias!.

Pero aunque estas distintas perspectivas pueden amenazar mi sensación de seguridad de vez en cuando, también me ofrecen oportunidades de innovación, que nunca habría encontrado si todo el mundo pensara exactamente como yo. La Inteligencia Relacional ayuda a entender el origen de muchas de esas actitudes y reacciones que difieren más drásticamente de las mías: cómo otros ven e interpretan las cosas de forma diferente a la mía y ofrece nuevas miradas a viejos problemas. Y allí se encuentra la clave de la innovación.

Abrazar tu creatividad

Muchas veces a lo largo de mi carrera como coach de equipos y organizaciones me han preguntado si la creatividad tiene que ver con nuestro TIPO de personalidad y mi respuesta es SI. Pero OJO eso no quiere decir que algunos TIPOS son creativos y otros no, sino que dependiendo de nuestras tendencias natas de personalidad el estilo de creatividad es distinto.

Por ejemplo personas con una tendencia hacia la INTUICION(entiéndase forma de percibir sistémica: en lugar de datos veo patrones y relaciones) suelen enfocarse en posibilidades a futuro, establecer relaciones entre cosas aparentemente sin relación alguna y ser visionarios. Por eso suelen tener imaginaciones muy desarrolladas y se dice que son muy creativos. La creatividad de los intuitivos es más bien teórica: el modelo, la estrategia, el salto cuántico.

El polo opuesto de esta escala la representan los SENSORIALES (entiéndase forma de percibir realista, concreta y secuencial: lo que puedo ver, oír, tocar y medir es decir detalles y datos) Suelen enfocarse en el aquí y ahora, lo que es, lo que ha venido funcionando, la experiencia comprobada. Son eminentemente pragmáticos y su creatividad consiste en la mejora continua de procesos y de la realidad.

Como ven la creatividad que aportan ambos es valiosa y es la combinación de ambas la que nos acerca al éxito. Lamentablemente la mayor parte de las veces tendemos a descalificar a quien no tiene nuestra misma tendencia. Por eso es tan importante entender estas diferencias, respetarlas y aprender a aprovecharlas constructivamente.

Partir de las preferencias de personalidad o TIPO de las personas involucradas en un proceso de cambio aportará auto-conocimiento para auto-gestionarse de manera efectiva y a incrementar Inteligencia Relacional para navegar creativamente la disrupción, generando respuestas innovadoras que nos permitan mantenernos competitivos.

Gabriela Schauman es Consultor Organizacional, Coach de Equipos y MBTI® Master Practitioner. Su misión a través de THE TYPE FACTOR es ayudar a las personas y organizaciones a incrementar su INTELIGENCIA RELACIONAL al entender y gestionar las diferencias de personalidad para transformarlas en ventaja competitiva.

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